Nadie puede llegar a la cima armado solo de talento. Dios nos da talento: el trabajo lo transforma en genio. Muchas veces se ha escuchado decir “esa persona está tocada por la varita mágica”, todo lo que toca lo transforma en oro,¡Quien pudiera tener su suerte! Pero eso no es cierto, porque el éxito está acompañado de esfuerzo y dedicación, todo aquel que considere que en la vida lo puede salvar un golpe de azar, a mi entender, equivoca el enfoque de sus futuros pasos. La dedicación el esfuerzo y la perseverancia, le suman al talento los complementos para llegar a ser un genio. ¿ Y a quien debemos considerar un genio ?, pues, la diferencia estriba en el resultado, es decir, el talento hace lo que puede, el genio en cambio, hace lo que debe, por esa razón con el talento solo no se logran los objetivos, debe ir acompañado del genio y eso ya dije como se logra. Todos los seres humanos sin excepción tenemos aspiraciones de mejorar materialmente y cultivarnos lo suficiente para mostrar un statu quo acorde con un vida decorosa, solo que la gran mayoría no logra esos objetivos, que sin ser excesivos, hay veces que se transforman en utopía. Cualquier persona con los cinco sentidos sanos, tiene talento y es entonces que la premisa es trabajar para llegar a ser un genio, repetimos: hacer lo que se debe, en cada disciplina de nuestras vidas. La vida nos da oportunidades y revanchas todos los días, lo que no salió bien hoy mañana puede mejorar, para llegar a ser un genio, no se debe bajar los brazos bajo ninguna circunstancias, en consecuencia hay que hacer las cosas bien, si uno vende naranjas, debe gritar bien fuerte, si se es ingeniero, los cimientos deberán ser muy sólidos.
